Museo Arqueológico
La creación del Museo Arqueológico Municipal de Vallada fue aprobada en la sesión del Pleno de la Corporación Municipal de 8 de julio del año 1969, pero el museo no tendrá un edificio propio hasta 1978, año en el que sería inaugurado por Domingo Fletcher Valls, director del SIP de la Diputación de Valencia. Asimismo, en el año 1997 fue reconocido por la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valenciana, como Colección Museográfica Permanente.
El histórico inmueble que alberga el museo fue en el momento de su construcción Pósito Municipal y sería finalizado el año 1789 bajo el reinado de Carlos IV, como consta en la fachada del edificio. Se encuentra situado a espaldas del templo parroquial, en la zona antigua de la población, que se caracteriza por el trazado medieval de sus calles y plazas.
Los materiales arqueológicos conservados abarcan una amplia cronología (Paleolítico, Eneolítico, Bronce, Ibérico, Romano, Medieval Islámico, Medieval Cristiano y Época Moderna) y proceden de diversos yacimientos, entre los que cabría destacar:
La Cova dels Mosseguellos, en la que se han descubierto pinturas parietales, así como plaquetas pintadas y grabadas, localizándose niveles intactos del Paleolítico Superior.
La Cova del Cavall, de la que procede, entre otros materiales, una magnífica punta de flecha de aleta y pedunculada.
La Cova Santa, un enterramiento colectivo de la etapa de transición del Eneolítico al Bronce, en el que se han recuperado diversos materiales arqueológicos, de los que cabe destacar un fragmento de vaso campaniforme, botones de hueso con perforación en V, una punta de pamela y abundante industria lítica.
Diversos poblados de la Edad del Bronce, en los que se han encontrado, entre otros materiales, ollas globulares, dientes de hoz, brazaletes de arquero y un molino barquiforme.
Els Horts, un yacimiento de época romana de amplia cronología (S. II aC – S. VI dC), que probablemente supondría el nacimiento del núcleo habitado que daría origen a la actual población.
Y el Castell, del que se conservan diferentes bases de ataifor decorados en azul turquesa, así como cerámica decorada en verde manganeso.
De esta forma, podemos ver que los períodos culturales apuntados están perfectamente representados por los diversos materiales conservados, de lo que, no obstante, cabría destacar una importante colección de puntas de flecha de sílex, una pequeña muestra de monedas de bronce romanas, una ánfora que corresponde a la forma 2/4 según la tabla de Dressel, recuperada en perfecto estado de conservación en la campaña arqueológica de 1989, un molino circular de piedra de Els Horts, varias ollas y vasijas de la Edad de Bronce procedentes de diferentes poblados; así como un gran número de piezas de interés de cada uno de dichos períodos. Por último, cabe destacar la colección de cuencos de los siglos XVIII y XIX procedentes de la iglesia parroquial.